Foxy Eyes
La técnica que transforma y estiliza la mirada sin alterar la naturalidad
El Foxy Eyes se consolidó como una de las tendencias estéticas más solicitadas del mundo. Aunque nació como un procedimiento mínimamente invasivo, hoy existen técnicas quirúrgicas avanzadas que permiten alcanzar resultados más definidos y duraderos.
¿Qué es el Foxy Eyes?
Es un conjunto de técnicas diseñadas para elevar la cola de la ceja, tensar el canto lateral y crear una mirada más alargada, expresiva y ligeramente ascendente.
No busca transformar la identidad del rostro, sino mejorar la proyección y frescura de la mirada.
¿Cómo funciona anatómicamente?
El objetivo es intervenir estructuras como:
- – Ligamento cantal lateral
- – Músculo orbicular
- – Fascia temporal
- – Cola de ceja
- – Tejidos superficiales y profundos perioculares
Dependiendo del método, se generan vectores de tensión temporales o permanentes.
Tipos de Foxy Eyes
El más duradero y estable.
Incluye:
- Cantopexia o cantoplastia
- Elevación de cola de ceja
- Reposicionamiento de tejido temporal
- A veces se combina con blefaroplastia superior
Beneficios:
- Resultados 2–5 años o más
- Mayor precisión
- Cambios controlados
- Ideal para pacientes con párpado caído
¿Quienes son candidatas ideales?
✔ Personas que desean una mirada más estilizada
✔ Pacientes con cola de ceja descendida
✔ Jóvenes que buscan armonizar la expresión
✔ Personas con párpado caído leve
✔ Rostros con mirada horizontal que desean un efecto ascendente
El Foxy
Eyes
No es solo una tendencia; es una técnica estética versátil que, cuando se ejecuta correctamente, puede mejorar la expresión, definir la mirada y rejuvenecer el tercio superior del rostro. Más allá de la apariencia, tiene un impacto significativo en la armonía facial, ya que eleva de manera sutil la cola de la ceja, alarga la mirada y aporta frescura a la expresión sin alterar la identidad de la persona.
La clave está en evaluar la anatomía individual, considerando factores como la forma de los ojos, la posición de las cejas, la elasticidad de la piel y la proporción general del rostro. Elegir la técnica adecuada —quirúrgica, con hilos tensores o mediante toxina y rellenos— permite lograr un resultado armónico, elegante y natural, con cambios que se perciben pero no se notan forzados.
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