Con el paso del tiempo, la mirada —nuestro centro de expresión— comienza a mostrar señales de envejecimiento que no siempre representan cómo nos sentimos por dentro. Bolsas debajo de los ojos, párpados caídos o exceso de piel en la zona superior son signos que pueden dar un aspecto de cansancio o tristeza. La blefaroplastia es la técnica quirúrgica que nos permite corregir estos cambios con precisión y armonía.

¿Qué es la blefaroplastia?
La blefaroplastia es una cirugía que mejora el contorno de los párpados superiores, inferiores o ambos. En manos expertas, esta técnica no solo elimina el exceso de piel o grasa, sino que redefine la mirada sin alterar la esencia del rostro. No se trata de “estirar” ni de borrar la historia de los años, sino de devolverle al paciente una expresión más fresca, natural y coherente con su energía interior.

La técnica según el Dr. Daniel Correa
Con más de 20 años de experiencia y un enfoque profundamente humano, el Dr. Daniel Correa ha perfeccionado la realización de la blefaroplastia con su técnica de puntos invertidos, logrando resultados que combinan precisión quirúrgica con sensibilidad estética.

¿Quiénes son candidatos?
Tanto hombres como mujeres que presentan signos visibles de envejecimiento en la mirada —como bolsas palpebrales, párpados caídos, exceso de piel o dificultad visual por caída del párpado superior— pueden beneficiarse de esta intervención. También es ideal para quienes desean rejuvenecer la mirada sin recurrir a tratamientos invasivos frecuentes.

¿Por qué elegir al Dr. Correa para tu blefaroplastia?
Porque no solo se trata de operar, sino de saber leer un rostro y respetar su identidad. El Dr. Correa entiende que cada mirada cuenta una historia. Su compromiso va más allá del bisturí: busca acompañar al paciente en un proceso seguro, íntimo y profundamente transformador.
Además, su reputación internacional y técnicas exclusivas hacen que pacientes de diferentes partes del mundo viajen hasta Medellín en busca de esa combinación entre arte, ciencia y confianza.

Recuperación y resultados
Tiempo de reposo: entre 5 y 7 días.

Inflamación y hematomas: leves y temporales.

Resultado final: se observa progresivamente, con una mirada más abierta, descansada y rejuvenecida.

Seguimiento personalizado: el equipo del Dr. Correa acompaña cada paso, brindando seguridad emocional y médica.